La historia comienza cuando Manio se casa con Claudia, su chica de toda la vida. Lo hacen con la condición de no tener hijos hasta que ella cumpla los veinte años ya que desea disfrutar de la vida y viajar.
Deciden irse a vivir a Pompeya donde ambos tienen casa y donde vive Estefanos, el amigo que ayudó a resolver el asesinato del padre de Manio.
Una vez instalados en Pompeya deciden ir a ver una obra de teatro. En plena representación se produce un asesinato y Manio en la identificación del cadáver se encuentra con su amigo Estefanos, conocido como el griego.
El difunto es una persona egipcia que trabaja para un conocido calígrafo de la misma nacionalidad. Al parecer tiene que descifrar los escritos en la tumba de una adivina egipcia.
Es cuando los protagonistas de la historia deciden ir en busca de ese códice y viajan primero a Capri, para hablar con Tiberio, el emperador y posteriormente a Alejandria, en donde emprenden una larga travesía por el Nilo hasta Asuan.
Una vez allí, emprenden viaje por el desierto en busca de la tumba donde se encuentra la tumba con el códice. La tumba pertenece a Berenice y allí es donde se encuentra el documento con los enigmas a descifrar.
Manio se sorprende al ver que se encuentra en una cueva que incluso tiene otros cadáveres. El cadáver de Berenice se encuentra en un lugar fresco y tétrico a la vez.
Los trabajos se prolongan más de la cuenta y Manio llega a sufrir espejismos. Tienen que esperar la llegada del calígrafo que descifre los códices.
El documento revela con bastantes años de antelación el asesinato de Julio César, los suicidios de Marco Antonio y Cleopatra y la existencia de Jesús de Nazaret, cuyos descendientes llegarán a reinar en Roma.
Es cuando los protagonistas emprenden un viaje en busca de la verdad, ya que existen diversas contradiciones en los códices, llegando incluso a entrevistarse con Jesús de Nazaret cuando ejercía de carpintero.
Se trata sin duda de un libro muy interesante para los amantes de la historia y de la intriga en donde se producen esos viajes que Claudia desea, pero no con el placer que pretendía, ya que en la mitad de las misiones, tiene que quedarse en los palacios de los gobernadores romanos por seguridad.
